
Al hacer este cuestionamiento, no solamente ponemos en tela de juicio la moral y los valores de los dos personajes, si no que ponemos a juicio nuestra moral misma y los valores propios, cuestionándonos también si hay diferentes formas de verlos, apreciarlos y manifestarlos; además, situamos a ambos personajes en clases totalmente distintas en nuestro propio juicio:
Si María en efecto lo engañaba, Castel triunfa con su sistema de inferencias y en sus inquietantes suposiciones, muchas sin sustento.
Si María no lo engañaba, es ella y no Castel quien triunfa sobre cualquier hipótesis: su silencio ya no contiene las malas intenciones que la descripción de Castel le impregnaba, sino que es el símbolo y manifiesto de una inteligencia perspicaz y la absolución del sistema injusto de su amante pintor.
Pero en cualquiera de los casos, se ve a alguno de los dos como víctima del otro, y poseedores de una cualidad, o bien enigmática (como María), o meticulosa (Castel).
Mi postura inicial es que María Iribarne NO engañaba a Juan Pablo Castel.
1.- El primer problema es que Castel es el narrador, un narrador homodiegético con focalización interna. Desde el principio, si la historia la está relatando el personaje principal, el relato se vuelve muy subjetivo, pero aún más por la personalidad de Castel:
“(…) en el fondo sabía que mis crueles insultos no tenían fundamento”
“Muchas de las conclusiones que extraje en aquel lúcido pero fantasmagórico examen eran hipotéticas, no las podía demostrar, aunque tenía la certeza de no equivocarme.”
Castel es incapaz de conectarse con la gente, por considerarla ajena y superficial, pues él está en su propio túnel. Siempre formula muchas inferencias que terminan sin tener fundamento y que no pasan de ser hipótesis sin pruebas fehacientes, pero que de todas formas son certezas para él.
Castel no permitirá que nadie entre en su razonamiento a inculcarle un pensamiento que no derive de su propia inferencia; él está solo en su túnel y por eso su razonamiento está en tal grado inclinado a equivocarse y hacer juicios apresurados.
Su forma de ser dista mucho de ser objetiva para el lector, y hay que tomarlo en cuenta cuando él nos afirma algo concerniente a María, quien es muy reservada y dialoga con muchos monosílabos y cortas afirmaciones o negaciones para hacerse entender. (Así que cuidado al hacer tu tesis!)
2.- El segundo problema es que no hay pruebas físicas, visuales o auditivas. El relato se conforma mayoritariamente de una descripción de las inferencias de Castel y diálogos entre Castel y María. Castel describe sus emociones y tormentos, pero no menciones haber visto besos entre Hunter y María, o Allende y María. Casi al final, cuando va a investigar y encuentra a María con Hunter en el jardín, menciona que, estando supuestamente Hunter enfermo, es extraño que estuvieran en un paseo. Pero tampoco es imposible: María y Hunter caminaban pausado y lentamente. Cuando Castel aguarda a que la luz de la habitación de María se ilumine, y no se ilumina, concluye que ella está en la habitación de Hunter haciendo el amor. Pero jamás los vio. Se le hace sospechoso que esté tanto tiempo en la habitación de Hunter, pero tampoco es imposible que, estando Hunter enfermo, ella le estuviese cuidando.
En fin, no hay prueba física (caricias, besos, María y alguien más en la cama), que demuestren que ella lo engañó teniendo sexo con alguien más.
3.- El tercer problema está en el capítulo que se centra en el “Problema Allende” y que incluye un diálogo donde María admite acostarse con su todavía esposo. Pero ¿engañaba a Castel? Tal vez ella sí engañaba a Allende, pues ella sí tenía relaciones sexuales con Castel. En este dialogo podríamos afirmar que por este engaño ella siente mucha amargura, pues en el dialogo dice querer a Allende como a un hermano, y que al lado de él se siente “un ser mezquino y culpable”. Pero aquí, y quiero profundizar en el juego de palabras y silencios que el autor Sábato incluye en esta escena, ella admite sólo lo siguiente

"—¿te acostás con él ?
“—La respuesta no es tan simple: se puede hacer y no hacer.
—Muy bien —concluí fríamente—. Eso quiere decir que sí.
—Muy bien: sí”
El término “acostarse” con alguien tiene más de una definición. Tú, lector, podrías acostarte con alguien y no por eso estarías teniendo relaciones sexuales con esa persona. María, antes de decirle que se sigue acostando con Allende, le hace dos “aclaraciones”, una antes de la afirmación y otra después:
La primera es que, en efecto, sí se acuesta con él, pero que “—La respuesta no es tan simple: se puede hacer y no hacer.” Castel contesta que eso significa que sí, y ella le dice que sí, pero deja en claro que no ha contestado si en efecto hacia o no hacia algo además de “acostarse” (un término muy ambiguo para relacionarlo con las relaciones sexuales) con él.
La segunda aclaración es que ella dijo que se acostaba con él, pero no que “lo desee”. De ahí Castel infiere que ella lo “hace” (aquí muy probablemente se refiere con “hacer a que ella se acuesta con él –y que él lo relaciona con sexo) sin desearlo pero haciéndole creer que lo desea. Y eso podría ser muy cierto, pero no de la forma en que Castel lo ve. Ella al escuchar esta teoría, queda demudada y responde que ella no dijo eso. Por no haber sido afirmado por ella, pierde mucha validez en la cuestión de si engañaba o no a Castel, pero sí arroja cierta luz sobre el engaño que María le hace a Allende, porque el acostarse con él (haciendo o no el amor con él) sugiere que está guardando las apariencias.
Pero jamás sugiere que esté engañando a Castel, porque no queda claro si sólo se acostaba con Allende, o si en efecto el término “acostar” se refiere a tener relaciones sexuales. Y Allende jamás permite saber si tenía relaciones sexuales con María.
Postura Final: Si esto fuera un caso en una corte marcial, María Iribarne sería absuelta, dado que las acusaciones del denunciante no están fundamentadas con pruebas físicas –todo está en la mente de Castel– y los posibles testigos no aportan señal de que en efecto, María Iribarne le engañaba: el ciego Allende llama a Castel insensato, pero él mismo no admite tener relaciones con María, y tampoco Hunter. Si María compareciera, y testificara lo que le dijo a Castel, de todas formas diría que se acostó con Allende, pero jamás clarifico si tenía relaciones sexuales con él. Si ni Allende ni María lo admiten, no hay concordancia en ambos testimonios.
Fanny Esquivel
realmente notable sabato, te recomiendo sobre herues y tumbas y abbadon donde nombran al pobre de castel.
ResponderEliminarta weno el blog
Siempre he tenido esa duda...¿todo estaba en la mente de Castel? ¿en serio tenía razones para matar a maría?
ResponderEliminarLa historia del tunel me ha marcado ya que en este se cuenta una situación muy similar a la que vivo actualmente, soy apasionado por las artes y por desgracia he caído en el juego de la infidelidad con una chica que como en el libro relata al principio, son seres muy similares, piensan igual, son lo mismo, y se entienden porque desgraciadamente son lo mismo. Tengo 20 ella 17. Algo curioso, ambos poseemos unas personalidades muy similares, yo a juan pablo, ella a maria. Espero el día del cumpleaños de ella para regalarle este libro y darle por advertencia que si me engaña la mato como a un perro... Hahahah Mentiras. Excelente libro. Me ha atrapado.
ResponderEliminarAl final, le diste el libro?
EliminarUno de los 4 acuerdos de Vida: "no supongas nada", claramente el título del libro hace referencia a este tema y de lo peligroso que es vivir encerrado en nuestro propio Túnel.... Excelente libro, te mantiene interesado de principio a Fín.
ResponderEliminarLo que Poe puede describir en solo2 o 3 paginas a Sabato le lleva una novela entera y no lo termina haciendo muy bien, un desperdicio de tiempo esta novela, estereotipos faciles, los personajes unidimensionales
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